El colombiano Nairo Quintana se mostró satisfecho de haber superado sin problemas la quinta etapa del Tour de Francia y ansioso de que este jueves llegue el primer contacto con la montaña.

En siete años, La Planche des Belles Filles se ha abierto un hueco en la leyenda del Tour de Francia. El macizo de los Vosgos, que se subirá por cuarta vez, volverá a ser el primer termómetro para conocer las fuerzas de los ciclistas.

A diferencia de las tres ediciones anteriores, en la que la estación de esquí era la única dificultad montañosa de la jornada, en esta ocasión los organizadores le han colocado como aperitivo otros seis puertos, dos de primera, dos de segunda y dos de tercera categoría.

"Hemos podido librar el día, que ha sido muy nervioso, y hemos conseguido estar con los mejores. Esperamos a mañana para ver qué tal estamos. Vamos a ver qué tal estamos, que llega nuestro terreno. Los últimos años no ha sido tan agradable, esperemos que este año la montaña nos sonría y podamos disfrutar con ella", dijo el ciclista del Movistar.

En total, 4.000 metros de desnivel de una jornada de 160,5 kilómetros que apenas tiene un llano, un lugar de reposo, lo que da como resultado un terreno de permanente amenaza.

Quintana se mostró convencido de que la llegada a La Planche des Belles Filles dará indicaciones del estado de fuerzas de los favoritos, pero precisó que no será definitivo porque "queda mucho Tour".

"Es muy temprano, hay que ver como están los rivales, que seguramente estarán muy fuertes. Hay que ir con cabeza porque si solo tengo yo la presión de atacar otros pueden aprovecharse. Algunas veces cuando ha atacado Nairo otros se han aprovechado", dijo.

Por si fuera poco, el Tour ha querido llevar su meta un poco más arriba. El ya duro repecho final ha sido prolongado un kilómetro, una auténtica pared con un tramo final al 20 % de desnivel, pero con porcentajes que alcanzan el 28 %.

Para ello se ha asfaltado un camino que servía para caminatas y una parte de terreno que, en invierno, ocupan las pistas de esquí.

"Ya era una etapa dura, pero ahora lo será aun más", explica el director del Movistar, Chente García Acosta.

En ese sentido, el británico Geraint Thomas (Team Ineos), quien dijo conocer el final en alto de este jueves en la Planche des Belles Filles, aseguró que se trata de "una subida que favorece a los escaladores puros", como su compañero colombiano Egan Bernal o Nairo Quintana.

"La subida de La Planche des Belles Filles es difícil. Ya la conozco y además la subí justo antes de la Vuelta a Suiza. Ese tipo de escalada favorece a los escaladores puros, por ejemplo Egan Bernal", afirmó.

El ganador del Tour 2018 se refirió también a otros corredores que se adaptan a la subida de los Vosgos, primer final en alto de la presente edición.

"También les puede venir bien este tipo de ascenso a corredores como Nairo Quintana, Richie Porte y Adam Yates, pero yo estoy en forma y veremos qué pasa. Será interesante ver cómo está cada uno", cerró.

EFE